Todas las experiencias, en orden cronológico
En la Huerta del Rey, en la calle Rastrojo, un poco escondido, se encuentra este restaurante, que siempre ha tenido fama por la excepcional calidad de su pescado.
En unos pocos años se ha consolidado como el mejor restaurante de Valladolid según muchas guías. Sin duda, un lugar para acudir, no a comer, sino a disfrutar con la comida.
Sin duda un claro vestigio de lo que era la hostelería al estilo francés antes de la llegada del la Nouvelle Cuisine. Un gran restaurante y buque insignia de la hostelería ovetense.
Parquesol, barrio al Noroeste de Valladolid, da cobijo a este restaurante de cocina mejicana, que además de contar con una excelente situación tiene una decoración francamente bonita.

En Oviedo, en la Plaza de Trascorrales, hay una estatua de bronce de una lechera que acarrea leche a lomos de una burra, justo detrás está este restaurante.
Si hay un local conocido y que represente a la cocina renovada asturiana, y más concretamente ovetense, sin duda es este. Se encuentra junto al local del desaparecido Logos.
Sin duda este fue el restaurante que me hizo comprender que el valor de una experiencia gastronómica no tiene que ver con el precio. y que comer es mucho mas que alimentarse.
En Peñafiel, precioso pueblo cercano a Valladolid, famoso por su castillo y su cocina, se encuentra El Molino de Palacios. En un local con historia y de visita obligatoria.
Este restaurante japonés, tiene tres locales uno en Castellana y los otros dos junto a la Gran Vía. Mi fascinación por este tipo de cocina, unido a lo céntrico fue la causa de mi elección.
En el centro de Oviedo, junto a los jardines campillin, se encuentra este restaurante de cocina tradicional que es sin duda un local clave de la gastronomía ovetense.